Creado por: José Ríos Mercado.
Luego de ser escogida la nueva Junta Directiva de la Corporación Cultural Colegio Alemán Deutsche Schule Barranquilla, este órgano inició labores para definir su plan de trabajo en cuanto a estrategias y proyectos correspondiente al período 2021-2024. La nueva Junta Directiva quedó conformada así:
Aprovechamos la ocasión de conversar con dos de sus miembros para conocer mucho más acerca de la gestión desarrollada por el órgano hasta el momento y los retos que asume para los años venideros.
Carlos Lindemeyer (Presidente):
¿Cuáles fueron los proyectos más importantes ejecutados por el colegio durante el período 2018-2021?
Indudablemente, entre los proyectos más importantes ejecutados en este período, está la adecuación de la infraestructura del colegio, especialmente la de las áreas deportivas, para convertirlas en escenarios de estándares de clase mundial con ocasión de la realización de los Juegos de la Amistad en nuestra institución y en los que participaron los colegios alemanes del país. Otro de los proyectos representativos fue la construcción de las instalaciones del Parvulario, lo cual nos permitió ampliar nuestra oferta a la comunidad.
La adecuación de nuestras instalaciones para hacer posible la alternancia en tiempos de pandemia y que los estudiantes pudieran volver a la institución, fue otro de los grandes proyectos desarrollados.
¿Cuáles fueron los retos de mayor envergadura afrontados por la institución a raíz de la pandemia?
Haber podido afrontar de manera exitosa la pandemia mediante la modalidad virtual y posteriormente, hacer las adecuaciones para implementar con el mismo nivel de éxito conservando el mismo nivel de calidad académica la alternancia, fueron los principales retos de nuestro colegio durante la pandemia.
Aquí fue necesario acondicionar nuestros salones y la infraestructura tecnológica para permitir que un grupo de estudiantes estuvieran presentes en el aula y que el resto pudieran seguir las clases desde casa de una forma efectiva, y que además les fuera atractiva e interesante.
¿Qué significa para usted como exalumno de la institución contribuir desde la Junta Directiva con su desarrollo?
Para mí significa un compromiso con la institución. Uno debe siempre agradecer como exalumno la formación que el colegio nos ha dado y eso implica que debemos hacer lo mejor por él para llevarlo a los mejores niveles posibles de calidad para que nuestros estudiantes encuentren en nuestras aulas y en nuestra oferta la educación que necesitan que les asegure un mejor futuro como Ciudadanos del Mundo.
Mi compromiso es de entrega total y absoluto con la institución para llevarla a los mejores niveles de rendimiento académico y así poder hacer realidad las expectativas que nuestra comunidad tiene hacia la educación y los servicios educativos que presta nuestro colegio.
Jana Schmutzler (Vicepresidenta):
¿Quién es Jana Schmutzler y cuál ha sido su trayectoria profesional?
Me llamo Jana Schmutzler y nací en Alemania, más concretamente en Rudolstadt, una pequeña ciudad de unos 25.000 habitantes en el estado de Turingia. Cuando nací, Rudolstadt aún formaba parte de la República Democrática Alemana; viví la caída del Muro de Berlín y la Reunificación como adolescente -tenía en ese entonces 13 años-. No sólo nuestras vidas cambiaron a partir de ese momento sino también el sistema escolar. Creo que la experiencia de tener que adaptarme a una situación completamente nueva tuvo un gran impacto en mí.
Cuando tenía 16 años participé en un intercambio en Colorado Springs (Estados Unidos), similar al que hacen los estudiantes de la Klasse 10 del Colegio Alemán de Barranquilla; allí nació mi deseo de trabajar a nivel internacional en el futuro. Después de terminar el bachillerato, comencé a estudiar Negocios Internacionales con especialización en China, en la Universidad Friedrich Schiller de Jena (Alemania). Y aunque China sigue fascinándome, después de un semestre de intercambio en la Universidad de Qingdao, no podía imaginarme vivir en ese país por un tiempo largo (desgraciadamente hoy sólo recuerdo algunas palabras de mandarín, el que ya no lo hablo).
Luego surgió la oportunidad de una beca Erasmus para hacer un semestre de intercambio en la Universidad de Córdoba (España); una decisión afortunada, como pronto se vería. Tras graduarme, trabajé durante tres años como consultora en Alemania y Estados Unidos. Durante este tiempo, conocí a mi esposo, un cachaco, que no tiene nada de cachaco. En el 2005 nos trasladamos a Bogotá y por espacio de dos años trabajé en varias empresas alemanas asentadas en Colombia.
Después volví a la vida universitaria para realizar mi maestría en Estudios Organizacionales en la Universidad de los Andes y mi doctorado en Economía en la Universidad de Wuppertal (Alemania). Actualmente, me desempeño como profesora de Economía de la Universidad del Norte en Barranquilla; allí dicto clases en desde el 2014.
¿Qué representa para usted hacer parte de la Junta Directiva del colegio para el período 2021-2024?
La Junta Directiva del Colegio Alemán de Barranquilla decide sobre la dirección estratégica de nuestra institución y es responsable de su sostenibilidad financiera. En los últimos años, nuestra escuela se ha consolidado como un excelente colegio en nuestra región. Las construcciones desarrolladas han llevado a que hoy tengamos una excelente infraestructura. La enseñanza a través del método Tándem y contar con un mayor número de profesores nativos de Alemania, han hecho que nuestros estudiantes -en un colegio que, como Escuela Alemana en el Extranjero, apuesta por la interculturalidad- se involucren más intensamente con el idioma y, por tanto, nos ha permitido obtener mejores resultados en esta materia. Somos líderes en el campo de la ciencia, como atestigua el reciente premio ColSapiens; en fin, la Junta Directiva, junto con el Rector, los profesores y los administrativos, han realizado un excelente trabajo.
Ser miembro de un equipo tan exitoso es un compromiso y una responsabilidad muy grande. Yo creo que como madre de dos estudiantes del Colegio Alemán de Barranquilla, como persona que conoce muy bien tanto el sistema educativo alemán como el colombiano y como profesora universitaria, puedo dar nuevos impulsos y poner acentos en el trabajo de la Junta Directiva. Nuestra institución tiene como objetivo educar a individuos integrales que puedan desempeñarse muy bien en un mundo laboral global. Para mí, esto significa que los estudiantes de nuestra escuela deben tener la oportunidad de estudiar en las mejores universidades del mundo, pero especialmente por nuestra condición de Escuela Alemana en el Extranjero, en universidades de Alemania. Este país debería desempeñar un papel destacado en la elección de estudios (y posterior carrera) de nuestros estudiantes. En los últimos años, hemos emprendido un buen camino y yo espero que con mi experiencia puedo poner mi granito para que la posibilidad de estudiar en Alemania se vuelva cada vez más una opción real y viable para todos nuestros estudiantes.
Al mismo tiempo, nos hemos propuesto formar personas integrales; para mí, esto no sólo incluye una excelente formación profesional; por supuesto, debemos asegurar ésta para nuestros estudiantes. Sin embargo, la excelente formación profesional es tan sólo un elemento de una persona integral. Como se expresa en nuestra misión, no sólo queremos educar a excelentes personas, sino también queremos ser excelentes en deportes y cultura. Muy a pesar de los obstáculos presentados por causa de pandemia, quiero resaltar el reconocimiento logrado por la orquesta del Colegio Alemán, la cual es muy conocida en la región. Sin embargo, aunque nuestros estudiantes también son conocidos por sus éxitos deportivos, éstos son en su mayoría éxitos que no se pueden atribuir a la formación en nuestro colegio. Tenemos una excelente infraestructura -sin duda una de las mejores de la región- que deberíamos aprovechar mejor. Hay un dicho que dice: mente sana en cuerpo sano. En la pandemia ha faltado el ejercicio -y muchos otros elementos que hacen que nuestros estudiantes sean adultos integrales- y es algo que definitivamente debemos contrarrestar en los próximos meses y años.
¿Qué expectativas tiene usted frente a esta responsabilidad que asume en un momento tan sensible para el sector educativo como lo es la pandemia?
Nuestra escuela ha demostrado durante la pandemia que puede reaccionar a tiempo y de forma muy decidida. Los profesores no sólo cambiaron su enseñanza para adaptarse a la virtualidad en un tiempo récord (y créanme, esto no es algo habitual ni siquiera en Alemania); fuimos uno de los primeros y pocos colegios de la región en obtener el permiso para el modelo de alternancia. Y aunque hubo algunos contratiempos, esto demuestra una vez más la voluntad y la capacidad de la Junta, en colaboración con el Rector, los profesores y la administración, de hacer todo lo posible para crear las mejores condiciones de aprendizaje para nuestros estudiantes.
La pandemia ha planteado retos muy grandes al sector educativo en particular y estoy convencida de que en nuestro colegio hemos asumido este reto y lo hemos gestionado muy bien hasta ahora. La gran pregunta ahora -más de un año después del inicio de la pandemia- es: ¿Qué pasará después de la pandemia? Probablemente, el Coronavirus no desaparecerá por completo de nuestra vida cotidiana, sin embargo, creo que la pandemia se controlará pronto hasta el punto de que la asistencia a la escuela será posible de nuevo, aunque con restricciones; y tenemos que prepararnos para ese momento.
Tenemos que decidir cuáles de las cosas que hemos aprendido, probado e introducido en los últimos meses que nos gustaría ampliar y cuáles sería mejor no continuar. Tenemos que pensar como colegio en cómo podemos apoyar a los estudiantes, a los que no les fue tan bien con el modelo de aprendizaje a distancia, y que ahora pueden estar mostrando déficits. Tenemos que pensar en cómo podemos potenciar las habilidades recién aprendidas y también examinar muy detenidamente qué desarrollo de habilidades y competencias se quedó corto en la pandemia y cómo podemos compensarlo. El diálogo intensivo entre los padres y el personal docente debe centrarse precisamente en estas cuestiones.
Nuestra misión de formar a personas excelentes e integrales que puedan desenvolverse en el mundo laboral global no ha cambiado como consecuencia de la pandemia. Y, por tanto, es nuestra responsabilidad como escuela tomar las medidas necesarias para estar a la altura de esta responsabilidad.