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María Carolina Olave, una premiada patóloga que nos representa en el hospital top 1 de Estados Unidos y el mundo
“El amor por el microscopio”. Con esa concisa, pero significativa frase, María Carolina Olave Martínez, egresada de la Promoción 2008 de nuestro Colegio Alemán de Barranquilla, resume la pasión que la ha llevado a obtener importantes reconocimientos en la medicina y a trabajar en el “hospital top 1 en Estados Unidos y el mundo”.
Descubriendo su vocación
La vocación es la espina dorsal de la vida, escribió Nietzsche. María Carolina encontró la suya cuando estudiaba su pregrado en Medicina en la Universidad de los Andes. En quinto semestre, cuando la mayoría de estudiantes aún están definiendo qué rumbo tomarán como profesionales e, incluso, en la vida, nuestra egresada ya se vinculaba al laboratorio de inmunología de su alma máter, donde lideró un proyecto de infección de células cerebrales con un hongo oportunista llamado Cryptococcus.
“Y aquí fue donde empezó todo; el interés por las células, el amor por el microscopio, la pasión por la academia y cuando descubrí mi especialidad: patología. Y sí… probablemente no sabes qué es patología, yo tampoco sabía. La patología es el estudio de las enfermedades. Nosotros somos los doctores detrás de los doctores; con nuestro microscopio, logramos clasificar las enfermedades y los tumores para así guiar el tratamiento más apropiado para el paciente”, recuerda y explica.
De Bogotá a Estados Unidos
La trayectoria profesional de María Carolina continuó con su internado médico en la Fundación Santa Fe, uno de los mejores 150 del ranking ‘World’s Best Hospitals 2022’ de la revista Newsweek. Entre sus extenuantes jornadas de trabajo y estudio, multiplicó el tiempo para homologar su carrera en Estados Unidos, siguiendo un proceso “bastante exigente y lleno de exámenes y requisitos”.
Por eso, cuando tuvo el diploma de Médica en sus manos, pudo trabajar como investigadora en la Clínica Mayo de Florida durante un año. “Luego hice mis estudios de posgrado (residencia médica) en patología Anatómica y Clínica en Yale University por 4 años. Al graduarme de patóloga, realicé mi subespecialidad en el área de Patología quirúrgica/diagnóstico en tiempo real en Mayo Clinic en Rochester, Minnesota”, agrega.
Recientemente María Carolina culminó un entrenamiento en el área de Patología Gastrointestinal en Massachussetts General Hospital y hoy tiene el privilegio de hacer parte de la división de Patología Quirúrgica y Gastrointestinal de Mayo Clinic, nombrado una vez más el mejor hospital de Estados Unidos, de acuerdo con la “Lista de honor de los mejores hospitales” 2022-23 de la revista U.S. News & World Report. Su trabajo ahí consiste en realizar diagnósticos médicos y oncológicos complejos en el área de Patología Gastrointestinal, enseñar a estudiantes de Medicina y residentes de Patología y liderar proyectos de investigación, asistiendo en el desarrollo de nuevos tratamientos.
“Fueron muchísimos años de entrenamiento y dedicación; pero hoy con orgullo represento a mi ciudad y mi país en una de las instituciones más importantes en el mundo de la investigación y la medicina”, reflexiona.
Una patóloga muy premiada
A este gran honor de su trabajo soñado se sumó en junio del año pasado la Mayo Clinic Scholar, una beca muy reconocida patrocinada por el hospital para el cual trabaja; esta beca le permitió completar una subespecialidad en Patología Gastrointestinal y Hepática en Massachusetts General Hospital, mejor conocido como el hospital de Harvard.
En el área de investigación también fue premiada con la portada de la prestigiosa revista científica llamada Mycoses -originalmente llamada Mykosen, fundada en Berlín, en 1988-, donde publicaron su primer proyecto de investigación, cuando aún no se había graduado de la universidad.
El ADN DSBaq y una postal inolvidable
María Carolina, con suma precisión, define en una palabra lo que diferencia a los egresados del Colegio Alemán de Barranquilla de todos los demás: criterio.
“El estudiante del DSBaq no sigue los protocolos, sino que los mejora y los hace eficientes. El pensamiento crítico y la independencia que nuestra institución inculca en sus estudiantes son grandes fortalezas. Definitivamente esto dejó una huella en mi personalidad y hace parte de mis mayores cualidades”, analiza con vehemencia.
Luego, recuerda que otros factores que la marcaron de su etapa escolar fueron la libertad con la que creció, los hermosos amigos que hizo de por vida y las puertas profesionales que pudo abrir por ser una egresada de un lugar que forma verdaderos ciudadanos del mundo.
Al final de su entrevista nos regala una postal: “pero, definitivamente el recuerdo más inolvidable que tengo de mi vida como estudiante fue el árbol de mango que sembré en el colegio con mi mejor amiga, Jessica Sánchez, cuando apenas teníamos 8 años”, concluye con alegría.
