Por: Mg. Alexandra Barrios

Coordinadora Orientación Psicoeducativa

Cada vez con mayor frecuencia se están identificando casos cercanos de niños, adolescentes y adultos que han perdido el amor por sus vidas. Esto es solo uno de los indicadores asociados a las dificultades considerables en salud mental que la sociedad mundial está atravesando.

Ante esta realidad, resulta fundamental buscar estrategias de comprensión de las dinámicas psicológicas actuales con el fin de lograr identificar rápidamente la presencia de señales de alerta y desplegar rutas de acción efectivas que contribuyan al mejoramiento de la condición emocional de las personas afectadas.

Diversas entidades internacionales plantean formas claras y sencillas de aproximación al concepto de la salud mental, tales como la OMS (Organización Mundial de la Salud, 2022), quien lo define como “un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”.

Las cifras consultadas, muestran la envergadura de este tema.

De los 7.800 millones de personas que constituían la población mundial en 2019 calculada por Population Growth (Our World in Data, 2024) la OMS (Organización Mundial de la Salud, 2022), afirmó en ese mismo año que mil millones de personas presentaban un trastorno mental, lo cual correspondía al 13% de la población mundial estimada, de la cual el 14% estaba representado por adolescentes.

Así mismo, la OMS (Organización Mundial de la Salud, 2021) presenta la depresión como una de las principales causas de enfermedad y discapacidad en los adolescentes a nivel mundial, y muestra la pérdida de la vida en las personas por decisión propia como la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.

Según PAHO (Organización Panamericana de la Salud, 2023) en las Américas “mueren casi 100.000 personas al año por suicidio, lo cual afecta no solo a las personas y las familias, sino a las comunidades enteras”.

En Colombia, la Encuesta Nacional de Salud Mental (Ministerio de Salud de la República de Colombia y Colciencias, 2015), presenta información sobre eventos críticos en niños de 0-12 años, asociados a limitaciones por parte de los adultos en su expresión afectiva, en el cuidado, en la posibilidad de jugar o de maltrato, la delegación de responsabilidades no concordantes con la edad, o las condiciones de precariedad. Mientras que en niños de 12 años y más los sucesos provocadores de sufrimiento emocional, han estado ligados con la enfermedad o muerte de alguien muy cercano, una modificación vital significativa, un problema familiar grave, dificultades económicas serias, y un inconveniente de salud o un accidente.

Resulta fundamental lograr detectar tempranamente señales de alerta, que sugieran la necesidad de un abordaje urgente. Cambios en el comportamiento, como el aislamiento social, la pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas, la autoagresión o la manifestación de pensamientos negativos recurrentes, son indicadores que no deben ser pasados por alto. Estos signos, aunque sutiles en algunos casos, pueden ser la clave para abrir un diálogo constructivo con el niño, adolescente o adulto, permitiendo explorar sus emociones y ofrecer un acompañamiento oportuno.

En el caso de los niños, el tema de la muerte les genera una variedad de reacciones emocionales entre las cuales se destacan la curiosidad, la preocupación y el temor; mientras que, en los adolescentes, inmersos en fluctuaciones de ánimo y humor, este aspecto lo vivencian asociado a pérdidas y carencias en temas o relaciones a los que les otorgan valor.

En los adultos, a pesar de contar con un mayor desarrollo evolutivo y variados recursos emocionales, el conversar con menores de edad sobre la terminación de la vida, en muchas ocasiones les genera reacciones de incomodidad, temor o sobreprotección que dificultan la comunicación efectiva y la comprensión de la terminación del ciclo vital como algo que comparten todos los seres vivos. Por lo tanto, es fundamental que los padres y educadores se esfuercen por proporcionar respuestas sinceras y adecuadas a las inquietudes de los niños y adolescentes sobre la muerte, ayudándoles a construir un sentido de vida que los fortalezca ante las adversidades.

Pasos a seguir en caso de identificación de riesgo de vida en alguien en el entorno:

-Tener un diálogo abierto con la persona sobre su estado emocional.

-Identificar posibles fuentes de su sufrimiento emocional.

-Brindarle contención y apoyo.

-Comentarle acerca de la importancia de buscar ayuda.

-Buscar atención de un profesional en salud mental.

-Poner en marcha las recomendaciones de los profesionales tratantes.

-Hacer seguimiento a la atención.

-Y si eres tú quien siente que ha perdido el sentido de la vida, es fundamental que te des el espacio para tratarte con compasión y amor. Busca apoyo en un familiar o persona cercana en quien confíes plenamente, alguien que pueda acompañarte y ayudarte a dar el paso crucial de solicitar ayuda profesional en salud mental. Recuerda que abrirte a los demás y permitir que te acompañen en estos momentos difíciles es un acto de valentía y autocuidado, y que estando en compañía es posible encontrar caminos hacia el bienestar y la recuperación.

Finalmente, es importante recordar que el fortalecimiento del bienestar emocional y la prevención del suicidio no son solo responsabilidad de los profesionales de la salud mental. Todos los miembros de la sociedad tienen un papel que desempeñar: familiares, amigos, compañeros, profesionales de la educación y demás personas en el entorno.

Tengamos presente que la sensibilización y educación sobre la salud mental y el suicidio son fundamentales para crear una cultura de comprensión y apoyo que pueda salvar vidas.

Referencias

Ministerio de Salud de la República de Colombia y Colciencias. (2015). Encuesta Nacional de Salud Mental. Bogotá.

Organización Mundial de la Salud. (2021). Salud mental del adolescente. Obtenido de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/adolescent-mental-health

Organización Mundial de la Salud. (2022). La OMS subraya la urgencia de transformar la salud mental y los cuidados conexos. Obtenido de https://www.who.int/es/news/item/17-06-2022-who-highlights-urgent-need-to-transform-mental-health-and-mental-health-care

Organización Mundial de la Salud. (2022). Salud mental: fortalecer nuestra respuesta. Obtenido de https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response

Organización Panamericana de la Salud. (2023). Una nueva agenda para la salud mental en las Américas. Washington, D.C.

Our World in Data. (2024). Population Growth. Obtenido de https://ourworldindata.org/population-growth